viernes, 28 de diciembre de 2018

INCENDIO EN EL MOLINO DE "MARTINET", 1929 - 2018



CASI 100 AÑOS DESPUÉS...

Ayer 27 de diciembre del año 2018 se declaraba un incendio en el molino de "Martinet", dejándolo totalmente  destrozado por la fuerza del fuego, curiosamente ya se salvo de un incendio en el año 1929, del cual reflejamos aquí la noticia, que 89 años después si que ha sido devorado por el fuego.



Incendio 27 diciembre 2019





                           Diario La Correspondencia de Valencia                           miércoles 24 de julio de 1929                           pagina cuatro, Sucesos.










SUCESOS

El incendio de esta madrugada en Paterna

Medio millón de pesetas de pérdidas




En el molino denominado del “Martinet”, de Paterna, propiedad de los señores hijos de Blas Vila, uno de ellos actual juez municipal de la referida población, se declaró a la 1,30 de esta madrugada un importante incendio que sembro la alarma entre sus moradores.


Fue tal el incremento que tomó el fuego desde los primeros momentos, que tuvo que ser llamada la brigada de bomberos de Valencia, acudiendo todo el personal al mando de su comandante señor Ferrer.



También prestaron excelentes servicios la casi totalidad de los vecinos de Paterna que se presentaron en el lugar del incendio llamados por la campana de la iglesia que dio la señal de alarma.



Según parece el incendio comenzó en un gran montón de salvado que existía en el piso de abajo, sin que hasta ahora se pueda determinar la causa.




El siniestro fue tan rápido que apenas dio tiempo para poner a salvo algunos muebles de la vivienda, quedando totalmente destruido y solo en pie las paredes.


Pudo salvarse de la propagación del fuego otro molino, el del señor Ferrando, que se encuentra adosado al de “Martinet” en el camino de Paterna a Manises.


Al lugar del siniestro acudieron  todas las autoridades de Paterna, el teniente de la benemérita de Burjasot con fuerzas de Cuart y Manises y el Cabo comandante del puesto de Paterna señor Mollá con dos parejas.


Calculándose las perdidas entre maquinarias, enseres y género, en más de medio millón de pesetas.



El molino estaba asegurado.


A las seis de la mañana ha quedado dominado el incendio, dedicándose los bomberos a descombrar y refrescar las paredes del edificio, hasta las doce y media que ha regresado la brigada a Valencia.





INFORMACIÓN EXTRA:

http://www.paterna.es/images/pdf/es/municipio/museo/molinos.pdf

miércoles, 28 de noviembre de 2018

SANTA CECILIA 29 DE NOVIEMBRE 1930





El pasado 22 de noviembre se celebro la festividad de Santa Cecilia en Paterna, fiesta con gran tradición, sirva como homenaje de Paternateca, este recorte de prensa del año 1930 sobre el evento en Paterna.




Paseando por la calle Mayor 1930






                                                Las Provincias
                                                Pagina 8
                                               Sábado 29 de Noviembre 1930



                                  DESDE PATERNA


Plaza del pueblo 1930



Con motivo de la festividad de Santa Cecilia, Patrona titular de la música, se han celebrado en esta importante villa diversos festejos musicales, llevados a cabo por la Agrupación Musical de Paterna que tan digna como acertadamente dirige el culto maestro D. Enrique Lloréns Moya.
Delante de la puerta de la Iglesia el día de la bendición de la bandera, 1930

El sábado, el día 22, a las nueve de la noche, hubo pasacalle, que recorrió las principales vías de la población. De diez a doce de la noche, en el local social de dicha entidad, situado, en el casino del Sindicato Agrícola la Protección, se celebró un gran concierto musical, ejecutándose con gran acierto y precisión las obras más selectas de su vasto repertorio, todas las cuales fueron aplaudidísimas por la extraordinaria  concurrencia que totalmente ocupaba los amplios salones del casino.


El domingo 23, a las siete de la mañana “desperta”, disparándose 1.500 “tronaors”, a las diez hubo pasacalle y conducción de la venerada imagen de la patrona a la iglesia parroquial, donde acto continuo se celebró misa solemne en la que tomo parte la mencionada banda de música, resultando el acto muy conmovedor.

Después de la misa, en la plaza de la Constitución tuvo lugar un gran concierto público, con arreglo a un programa selectísimo.

Finalizando el acto con el Himno Regional, del maestro valenciano Don José Serrano, en medio de grandes aplausos y vítores dados por el público que frenético, no cesaba de aplaudir a la banda de la Agrupación, compuesta en su mayoría de muchachos jóvenes, que con su gran entusiasmo y aplicación dan la sensación de que en fecha no muy lejana van a convertir la Agrupación Musical de Paterna en una banda de música, que proporcionara días de gloria a Paterna que les vio nacer y gran honor a esta hermosa región valenciana, tan fecunda en crear artistas.


En el domicilio particular de uno de los directivos tuvo lugar el banquete con que se obsequiaba a todos los músicos, autoridades locales e invitados. El menú fue selecto, a base de la clásica paella valenciana, servido admirablemente por guapas y simpáticas jóvenes de la población, pronunciándose brindis y discursos, dentro de la más cordial confraternidad, abogándose en todos ellos por la prosperidad de la Agrupación Musical de Paterna.




V.M.



Dentro del local de la sociedad, mas conocido como "la Chelito", el día de la inauguración, 1930.

jueves, 22 de noviembre de 2018

24 DE NOVIEMBRE DE 1922 LLEGA EL TREN ELÉCTRICO A PATERNA.




  96 AÑOS DEL TRENET ELÉCTRICO


Tren a vapor llegando a Paterna, 1914.


El próximo 24 de noviembre, se cumplirán 96 años de la llegada de la linea eléctrica a Paterna, hasta entonces había sido tren a vapor, Paterna ya era en aquellos años una población importante, por sus cuarteles militares, la gran colonia de veraneantes y la cantidad de vecinos que se trasladaban a Valencia para sus trabajos y necesidades.

La prensa de la época lo resaltaba como noticia importante, aunque algo criticada por su deficiencia en horarios, sirvan como ejemplo estos dos artículos de distintos periódicos.


            Sábado 25 de noviembre de 1922
            pagina 2.
            Diario Las Provincias.



Ayer fue inaugurado el nuevo servicio eléctrico en la línea de ferrocarril de Valencia a Paterna, que explota la compañía de Tranvías y Ferrocarriles de Valencia.

Dicho servicio tiene un horario muy frecuente, pues desde las seis de la mañana hasta las siete y media de la tarde, cada media hora sale un tren eléctrico de Valencia para Paterna, y desde dicho pueblo también son las salidas con intervalos de media hora, desde las 6’40 de la mañana hasta las 8’10 de la noche.


Esta mejora, que será, seguramente, muy bien acogida por el público, en su nueva etapa en el camino seguido por la compañía para la electrificación de sus ferrocarriles. Dentro de breves semanas se inaugurara también, con tracción eléctrica, la línea de Valencia a Bétera, y con eso queda solamente servida por tracción a vapor la sección de Paterna a Liria, cuya electrificación se prepara para el año próximo.

Felicitamos a la Compañía de Tranvías y Ferrocarriles por esta  mejora.










Imagen de 1933, Familia Aranda, el paso del tren por Paterna.


                Domingo 26 de Noviembre de 1922
                En Portada
                Diario El Pueblo.







          DE VALENCIA A PATERNA EN TRANVÍA ELÉCTRICO

Ayer fue inaugurado el nuevo servicio eléctrico en la línea de ferrocarril de Valencia a Paterna, que explota la compañía de Tranvías y Ferrocarriles de Valencia.

Dicho servicio tiene un horario muy frecuente, pues desde las seis de la mañana hasta las siete y media de la tarde, cada media hora sale un tren eléctrico de Valencia para Paterna, y desde dicho pueblo también son las salidas con intervalos de media hora, desde las 6’40 de la mañana hasta las 8’10 de la noche.


Esta mejora, que será, seguramente, muy bien acogida por el público, en su nueva etapa en el camino seguido por la compañía para la electrificación de sus ferrocarriles. Dentro de breves semanas se inaugurara también, con tracción eléctrica, la línea de Valencia a Bétera, y con eso queda solamente servida por tracción a vapor la sección de Paterna a Liria, cuya electrificación se prepara para el año próximo.


nosotros creemos que la reforma iniciada no ha determinado un servicio completo, sino limitadísimo.

En todas las líneas que electrifique la compañía de Tranvías, debe prestarse el servicio que demanda la vida de relación existente entre las poblaciones que sirve la línea y nuestra ciudad, y como el último tranvía eléctrico para Paterna saldrá de Valencia a las 7’30 de la noche, el servicio será malo y deficiente.

Es necesario que á semejanza del servicio que la misma compañía presta en las líneas de Torrente, Silla y Masamagrell, circulen tranvías a partir de las ocho de la noche, de hora en hora, hasta después de  la salida de los teatros.

lunes, 1 de octubre de 2018

HOY HACE 92 AÑOS, PATERNA FUE NOTICIA POR ...




Tal día como hoy en el año 1926 el diario La correspondencia de Valencia y a fecha viernes 1 de octubre, hacía referencia a las fiestas en honor de Nuestra Señora del Rosario.






TIERRAS VALENCIANAS

Paterna




Hoy han comenzado en esta cercana y pintoresca población las fiestas en honor a Nuestra Señora del Rosario, inaugurándose el nuevo y artístico altar a la Santísima Virgen.



Mañana al amanecer, disparo de “tronaors”. A las siete y media, pasacalle por el “tabalet  y donsaina”. A las nueve de la noche, pasacalle por la banda de la localidad.


El domingo, festividad de Nuestra Señora del Rosario, a las cinco de la mañana, volteo de campanas y disparo de “tronaors”. A las diez, función religiosa, en la que será el celebrante el cura párroco doctor don José Gausi Durá, y por escogida y numerosa capilla de música, será cantada la misa en si bemol del inolvidable maestro Giner, estando encargado de cantar las glorias de María Santísima en el misterio del Rosario, el obispo preconizado de Lérida, doctor don Manuel Irurita. Durante la misa y al terminar serán disparadas varias tracas. A las cuatro de la tarde, concierto musical en la plaza de la Constitución, por la banda de la localidad. A las siete y media, traslado del guion procesionalmente desde la casa del clavario, calle de Marín Lázaro, a la iglesia parroquial.


A las ocho, procesión, que recorrerá las calles y plazas de la población, disparándose a la entrada de la misma iglesia, una lujosa traca de luces, que terminara en lo alto del campanario. Seguidamente será llevado el guion a la casa del cofrade y clavario para el año 1927, don Sebastian Fabado Llabata, con cuyo acto darán fin las brillantes fiestas del presente año.


lunes, 4 de junio de 2018

INCENDIO EN LA CAÑADA 1926



Tal día como hoy, pero en el año 1926, el periódico La Correspondencia de Valencia, en su pagina numero 5, daba la información de un incendio en la Cañada.





SUCESOS.

Incendio en la Cañada.


La Guardia Civil del puesto de Paterna ha telegrafiado al gobernador, que ayer se declaró un  incendio en la pinada que el señor Conde de Montornés posee en la partida denominada de la Cañada, término municipal de Paterna.




El fuego destruyó por completo unos 100 pinos pimpollos, 50 bellosos y 200 maderables, en total unas 33 áreas de terreno.


Las perdidas se calculan en unas 3.000 pesetas, y el hecho se supone casual y debido a que, como frecuentemente se condimentan paellas en aquel sitio, el rescoldo del fuego que quedaría al hacerse una de aquéllas, prendería en los rebrotes de los pinos.


El fuego se declaró a las once de la mañana, y fue localizado próximamente a las tres de la tarde.

lunes, 21 de mayo de 2018

HACE 96 AÑOS EN PATERNA


Tal día como hoy 21 de mayo, pero en el año 1922, el diario Las Provincias de Valencia, publicaba una noticia referente a los soldados heridos en la guerra de África de las tropas españolas ubicados en el Palacio de Paterna, que fue cedido por el conde de Trénor para su uso como hospital.


          HACE 96 AÑOS EN PATERNA.



Diario Las Provincias
21 de mayo de 1922.



EN EL HOSPITAL DEL PALACIO DE PATERNA.




Con gran solemnidad se celebró anteayer en la villa de Paterna el acto de administrar la sagrada comunión Pascual a los soldados enfermos que, procedentes, de Melilla, están hospitalizados en la casa palacio de los condes de la Vallesa de Mandor y de Montornés.


Enrique Trenor y Montesinos Conde de la Vallesa de Mandor y Montornés

A las siete de la mañana salió de la iglesia parroquial una lúcida procesión, con asistencia de las Asociaciones Eucarísticas y numerosos acompañamiento, llevando a su Divina Majestad bajo palio el señor cura ecónomo de la villa, presidiendo el ayuntamiento en corporación, con su digno Alcalde Don Francisco Salvador y demás autoridades, cerrando el cortejo religioso la banda de música de la población y un piquete. Al llegar a la explanada del palacio, rindióse honores a su Divina Majestad, tocando las bandas la Marcha Real y siendo recibido el señor en la puerta casa por el primogénito de los condes de la Vallesa de Mandor, el comandante militar del campamento de Paterna, señor  Ortega y todo el
personal sanitario del hospital. Acto seguido celebró la santa misa, el capellán de la casa, don Cristóbal Ferrer, quien pronuncio una hermosísima plática, recibiendo la Sagrada Comunión, con los soldados enfermos, las personas presentes en este piadoso acto, que por su misma sencillez fue verdaderamente conmovedor,. Terminada la ceremonia, regresó la procesión a la iglesia parroquial, en cuyo trayecto, como a la ida, se arrojó gran cantidad de flor, pues asocióse a este acto todo el vecindario.




Plácemes merece el alcalde señor Salvador y el culto pueblo de Paterna, que, dando una vez más pruebas de su constante amor al ejército , han contribuido con tanto entusiasmo a la realización de esta hermosa fiesta, iniciada por el oficial de Artillería del campamento Don Enrique Trénor Despujol, quien con tanto celo e interés ha secundado desde un principio la patriótica obra del hospital para los soldados enfermos, debida a su ilustre padre, el que, por estar en la actualidad en Roma, en la Asamblea Internacional de Agricultura, no ha podido asistir al acto.



Los soldados entre los que se cuentan de casi todas las regiones de España, y que fueron obsequiados con un espléndido almuerzo, guardaran seguramente muy grato recuerdo del pueblo de Paterna.






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                PARA ESTUDIOSOS.

          EL DESASTRE DE ANNUAL.





Desastre de Annual

Desastre de Annual
Guerra del Rif
Guerra del Rif 1922 - 2.jpg
Cadáveres españoles en Monte Arruit. La foto fue tomada meses después del desastre, tras volver a recuperar las posiciones el ejército español.
Fecha22 de julio - 9 de agosto de 1921
LugarAnnual (Marruecos)
Coordenadas35°07′12″N 3°35′00″OCoordenadas35°07′12″N 3°35′00″O (mapa)
ResultadoVictoria rifeña
Consecuencias
  • Son destruidas las posiciones españolas recién ocupadas.
  • Melilla queda sitiada.
  • Grave crisis política en España.
Cambios territorialesLos rifeños se hacen con el control de la mayor parte del Protectorado.
Beligerantes
Bandera de España Reino de EspañaFlag of the Republic of the Rif.svg Cabilas rifeñas
Comandantes
Bandera de España Manuel Fernández  
Bandera de España Felipe Navarro  Rendición
Bandera de España Gabriel Morales  
Flag of the Republic of the Rif.svg Abd el-Krim
Fuerzas en combate
Comandancia de Melilla
• 18.011 hombres (13.358 españoles y 4.653 indígenas, repartidos en numerosas posiciones; aprox. 5.000 en Annual)
• 24 piezas de artillería
Cabilas rifeñas
~18.000 hombres
Bajas
• 10.265 muertos españoles y 4.653 indígenas
• 1100 prisioneros
1.000
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La batalla de Annual (episodio más conocido en la historiografía española como Desastre de Annual) fue una gravísima derrota militar española ante los rifeños comandados por Abd el-Krim. Se produjo el 22 de julio de 1921 cerca de la localidad marroquí de Annual.
Esta derrota condujo a una redefinición de la política colonial de España en la Guerra del Rif y a una de las más importantes crisis políticas entre las que socavaron los cimientos de la monarquía liberal de Alfonso XIII. Puede decirse que los problemas generados por Annual fueron causa directa del golpe de Estado y la dictadura de Miguel Primo de Rivera.

Antecedentes[editar]

El 12 de febrero de 1920, el general Manuel Fernández Silvestre tomó posesión del cargo de Comandante General de Melilla. Poco más tarde, el ejército a su mando desarrolló un avance progresivo en territorio rifeño no sometido, con la idea de llegar hasta la bahía de Alhucemas, centro de operaciones de las cabilas más belicosas. La empresa era arriesgada, ya que los soldados españoles, en su mayoría procedentes de reclutas forzosas, estaban muy poco entrenados, mal pagados y alimentados, pésimamente armados (con fusiles y artillería pesados y anticuados) y peor calzados (abarcas y alpargatas), se desmoralizaban enseguida y tenían verdadero pavor a los rifeños. Había asimismo serios problemas de corrupción tanto a nivel de intendencia y oficialidad como entre la tropa, que vendía sus propios fusiles y municiones a los rifeños.nota 1
Sin embargo, entre mayo de 1920 y junio de 1921, Silvestre protagonizó un espectacular progreso, rápido e incruento: avanzó 130 kilómetros sobre el Rif en un total de 24 operaciones, estableciendo 46 nuevas posiciones sin apenas sufrir bajas;nota 2​ ocupó Tafersit, adelantó el frente hasta el río Amekrán y obtuvo la sumisión de las cábilas de Beni UlixekBeni Said y Temsaman, llegando a acuerdos con sus cabecillas, ofreciéndoles dinero a cambio de su amistad.
Todos en España creían que se alcanzaría en breve la bahía de Alhucemas, pacificándose definitivamente el territorio. Pero tal ilusión pronto se derrumbó de manera cruenta. Silvestre había cometido el error de no desarmar a las tribus rifeñas cuya lealtad había comprado, y precisamente por esto extendió mucho más de lo prudente sus líneas de abastecimiento. Las fuerzas de la comandancia de Melilla se distribuyeron entre nada menos que 144 puestos y pequeños fuertes o blocaos, a lo largo de 130 kilómetros de zona ocupada, con una parte de ellos dedicados, además, a tareas puramente burocráticas. Los blocaos se situaban siempre aprovechando los lugares altos, pero a pesar de que desde estas posiciones se podían dominar amplias zonas, normalmente no había agua, lo que obligaba a ir a por ella con reatas de mulas periódicamente, a veces a diario (conocidas entre los soldados como «aguadas»). La distancia entre estos emplazamientos era variable, de 20 a 40 kilómetros, según el terreno, y con fuerzas tan repartidas no era posible hacer frente de manera eficiente a un ataque del enemigo. Las condiciones de los soldados, ya de por sí malas, eran pésimas en estos blocaos.
Así las cosas, en mayo de 1921, el grueso del ejército español estaba en el campamento base instalado en la localidad de Annual. Desde allí Silvestre esperaba realizar el avance final sobre Alhucemas. Entre Melilla y este campamento había tres plazas fuertes separadas unos 31 km entre sí, y en torno a él un anillo formado por otros pequeños fortines, cada uno con una guarnición que variaba entre 100 y 200 soldados. En la costa se habían ocupado las dos posiciones de Sidi Dris, cercana a la desembocadura del río Amekrán, y Afrau, algo más a retaguardia.
Hasta este punto apenas se había disparado un solo tiro, aunque se guardaban las distancias con las tribus hostiles, y en las pequeñas escaramuzas que se producían apenas si hubo algunas bajas.

El preludio[editar]

La ocupación de Abarrán[editar]

Mapa con los combates entre españoles y tropas rifeñas en Marruecos que dieron como resultado el Desastre de Annual
A finales de mayo, una delegación de la cabila de los Tensamán convenció a Silvestre para que cruzara el río Amerkan y estableciera una posición en el monte Abarrán, en contra de las órdenes de su jefe, el Alto Comisario de España en Marruecos, general Berenguer.
Un contingente de 1500 hombres, al mando del comandante Villar, llegó a la posición la mañana del 1 de junio de 1921, estableciendo una base fortificada. Al mando de la posición quedó el capitán Juan Salafranca Barrio, cuyas fuerzas consistían en la harka amiga de Tensamán, unos 200 policías indígenas y 50 soldados españoles, y Villar se volvió a Annual. Cuando los rifeños comenzaron el ataque a las 18:00, la harka de Tensamán se les unió, así como muchos de los policías rifeños. Los españoles sufrieron 141 bajas,nota 3​ incluyendo a todos los oficiales, a excepción del teniente de artillería Diego Flomesta Moya, al que los rifeños dejaron vivo para que arreglase los cañones y les enseñase a usarlos, negándose a ello, lo mismo que a ser curado de sus heridas, y a comer, por lo que murió de hambre en cautividad el 30 de junio.nota 4

Defensa de Sidi Dris[editar]

Decidido por el éxito, Abd el-Krim dirigió entonces sus tropas contra la posición costera Sidi Dris, a la que llegó la madrugada del día siguiente, 2 de junio. Sidi Dris fue asaltada durante 24 horas, siendo rechazados por la defensa realizada por el comandante Julio Benítez Benítez, que tuvo 10 heridos (él mismo incluido), por 100 rifeños muertos.1​ El 22 de julio de 1921 la posición sufrió un nuevo asedio que duró tres días, al cabo de los cuales las tropas de Abd el-Krim se hicieron con el lugar, falleciendo casi la totalidad de la guarnición española.2

Abd el-Krim gana adeptos[editar]

A pesar del fracaso de Sidi Dris, la toma de Abarrán demostró a los rifeños la vulnerabilidad de los españoles. Abd el-Krim no dudó en exhibir los cañones y el material tomados, convenciendo a los rifeños que unidos podrían derrotar a Silvestre y obtener un gran botín, de modo que en pocos días los efectivos de su harka pasaron de 3000 a 11 000 hombres.
Silvestre, creyendo que se trataba de acciones aisladas, no adoptó ninguna medida especial. Ocupó en respuesta Igueriben el 7 de junio de 1921, manteniendo de ese modo una posición adelantada entre Izumma y Yebbel Uddia, con la idea de defender el campamento de Annual por el lado sur. Después marchó a Melilla, para entrevistarse con su superior, el Alto Comisario Berenguer, y solicitarle refuerzos, municiones, víveres para la población y dinero para comprar a los rifeños antes de iniciar la ofensiva final.

El desastre[editar]

La caída de Igueriben[editar]

El 17 de julio Abd el-Krim, antiguo funcionario de la Administración española en la Oficina de Asuntos Indígenas en Melilla, al mando de la cabila de los Beniurriagel (Ait Waryagar), y con el apoyo de las tribus cabileñas presuntamente aliadas de España, lanzó un ataque sobre todas las líneas españolas.
Igueriben, guarnecida por 350 hombres bajo el mando del comandante Benítez, el defensor de Sidi Dris, no tardó en quedar sitiada. El 17 de julio Abd el-Krim inició el asalto, y la posición cayó el 22 de julio. Durante cinco días, y a pesar del esfuerzo de tres columnas de refuerzo,nota 5​ los españoles habían sido incapaces de auxiliar la posición de Igueriben, fracaso que hizo cundir la desmoralización entre las tropas de Annual.

La caída de Annual[editar]

Tras estos sucesos se concentró alrededor del campamento gran cantidad de fuerzas rifeñas, mientras que la moral del ejército español caía por los suelos. Al comenzar el asedio de Igueriben había unos 3100 hombres presentes en Annual. Al cabo de dos días se incorporaron 1000 más, y dos días después llegaron otros 900 de refuerzo. Así pues, el 22 de julio Annual acogía a unos 5000 hombres (3000 españoles y 2000 indígenas), con una fuerza de combate de 3 batallones y 18 compañías de infantería, 3 escuadrones de caballería y 5 baterías de artillería. Sobre ellos iban a lanzarse unos 18 000 rifeños 3​ bajo el mando de Abd el-Krim, armados con fusilesnota 6​ y espingardas.
El empresario Horacio Echevarrieta y el líder rifeño Abd el-Krim, durante la reunión que mantuvieron ambos en 1923.
Primeras informaciones del Desastre de Annual:
Entró el general (Silvestre) en Igueriben, y los rebeldes (que indudablemente vieron entrar el grupo y supusieron que se trataba de Silvestre) se lanzaron con premeditada táctica y con imponderable furia, logrando cercar. El general decidió la retirada, y con las fuerzas se retiró a Annual; pero bien pronto vio que el retroceso había sido inútil y que se imponía una retirada más completa de la primera línea.
Entonces lanzó mensajes radiofónicos a Tetuán y a Ceuta, que algún barco recogió y reexpidió a Madrid, declarando que se hallaba en situación desesperada y anunciando que, bajo su responsabilidad, ordenaba la evacuación de todas las posiciones avanzadas con la consigna de que las fuerzas se reunieran en el campamento de Dar-Drius. Se emprendió, pues, el repliegue general y, en su primera parte fue ordenado y, relativamente, con poco fuego; pero el enemigo, advertido del movimiento, se lanzó impetuosamente sobre algunas compañías peninsulares y sobre los grupos de Regulares. ¿Aguantaron todos estos con la debida cohesión? ¿Hubo vacilaciones o, lo que es peor, defecciones? Esto se aclarará en las informaciones. (...)
Terminaba el repliegue y el general Silvestre seguía en la posición Annual, cercada por los Beni Urriaguel. En persona fue ordenando el desfile de las últimas secciones. Parece que se le hicieron algunas indicaciones; pero se resistió a dejar aquel sitio.[cita requerida]
El campamento de Annual disponía de víveres para cuatro días y municiones para un día de combate, pero carecía de reservas de agua. El general Silvestre, consciente de la imposibilidad de defender la posición, acordó con sus oficiales la evacuación del campamento. Sin embargo, a las 3:45 del día 22 llegó un mensaje de radio del Alto Comisario Berenguer, prometiendo la llegada de refuerzos desde Tetuán. Una hora más tarde el general Silvestre comunicó de nuevo a Berenguer y al ministro de la Guerra, Luis Marichalar y Monreal, su desesperada situación y su decisión de tomar urgentes determinaciones.
Al rayar el alba tuvo lugar una segunda reunión de oficiales, en la que Silvestre dudó entre la evacuación inmediata y la espera de la llegada de refuerzos. Las dudas se despejaron cuando se tuvieron noticias del avance de tres columnas rifeñas de unos 2000 hombres cada una. Ante esta información, el general ordenó evacuar, anunciando su intención de replegarse a los fuertes de Ben Tieb y Dar-Drius, posición esta última, que reunía las características para albergar gran cantidad de tropa y con el abastecimiento de agua muy fácil.
La retirada comenzó a las 11:00 horas: había dos convoyes, uno para retirar los mulos con la impedimenta, y otro para el grueso de la tropa, los heridos y el armamento pesado. Pero para entonces las alturas del norte, que dominaban los caminos de huida ya habían sido tomadas por los rifeños. La gran mayoría de los policías indígenas que las defendían se pasaron al enemigo, matando a sus oficiales españoles.3​ De modo que cuando las tropas españolas abandonaron el campamento, comenzaron a recibir disparos. En ese momento comenzó el caos: los dos convoyes de evacuación se mezclaron sin ningún tipo de orden de hombres, mulos y material. En medio de la confusión, los oficiales perdieron el control de la situación. Sin nadie que cubriera su retirada, los hombres trataron de ponerse a cubierto de las balas corriendo hacia delante. Los carros, el material y los heridos comenzaron a ser abandonados; muchos oficiales escaparon ajenos a su deber, y la retirada ordenada no tardó en convertirse en una desbandada general bajo el fuego de los rifeños.
Oficiales liberados tras las gestiones de Echevarrieta: De izquierda a derecha, coronel Araujo, general Navarro, teniente coronel Manuel López Gómez, teniente coronel Eduardo Pérez Ortiz y comandante de caballería José Gómez Zaragoza.
Algunos oficiales y unidades mantuvieron la calma y lograron ponerse a salvo con un número de bajas relativamente pequeño; pero, en su inmensa mayoría, los soldados salieron a la carrera y en completo desorden. El desastre pudo haber sido mayor si los Regulares al mando del comandante Llamas no hubiesen resistido en las alturas del sur. Ello dio tiempo a los huidos para pasar por el angosto paso de Izumar, evitando así una muerte segura a manos de los rifeños. Los Regulares se replegaron por escalones, retrocediendo monte a través en paralelo a la carretera, sin mezclarse con la riada de soldados en fuga. Silvestre, que aún estaba en el campamento cuando comenzó el desastre, murió en circunstancias no esclarecidas, y sus restos nunca fueron encontrados. Mientras una versión dice que, al ver el desastre, fue a su tienda de campaña y se voló la cabeza, otra versión dice que fue abatido a tiros por los rifeños junto con el coronel Manella y varios oficiales que trataban de defenderse. Una última versión cuenta que sus impropias últimas palabras, dirigidas a sus hombres en estampida, fueron: «¡Huid, huid, que viene el coco...!».4
En las cuatro horas aproximadas que duró el desastre murieron un total aproximado de 2500 españoles, a los que hay que sumar los ocupantes, 1500 en total, de las posiciones de Talilit, Dar Buymeyan, Intermedias B y C, Izumar, Yebel Uddia, Mehayast, Axdir Asus, Tuguntz, Yemaa de Nador, Halaun y Morabo de Sidi Mohamed, todos muertos. Quedaron 492 prisioneros españoles de los que sobrevivieron 326. Algunos de ellos fueron liberados al comienzo de la misión de rescate llevada a cabo, entre otros, por los miembros de la Delegación de Asuntos Indígenas Gustavo de Sostoa y Luis de la Corte Lujan; los demás cautivos fueron liberados finalmente el 27 de enero de 1923, tras las negociaciones llevadas a cabo con Abd el-Krim por parte de Horacio Echevarrieta, a cambio de 80 000 duros de plata.

El asedio de Monte Arruit[editar]

Carga del río Igan, por Augusto Ferrer-Dalmau.
Las pocas fuerzas que pudieron salir vivas, bajo el mando del general Navarro, segundo jefe de la Comandancia de Melilla, retrocedieron hasta Dar Drius, posición bien fortificada y con agua disponible. Sin voluntad de resistencia, creyendo que todo estaba perdido, se replegaron hacia Barbel y Tistuin. En la marcha, al llegar al río Igan, se produjo una nueva huida de oficiales, seguida de la estampida de sus tropas. En medio de aquella desbandada, el Regimiento de «Cazadores de Alcántara», 14 de Caballería, mandado por el teniente coronel Fernando Primo de Rivera y Orbaneja, hermano del futuro dictador, trató de proteger la retirada enfrentándose a las oleadas de indígenas primero con sus ametralladoras y después con sucesivas cargas de caballería. Su sacrificio fue enorme, pues de los 691 jinetes que lo componían, 471 murieron, lo que supuso un 70 por ciento de bajas. Pero gracias a su acción muchos soldados que huían tuvieron tiempo de ponerse a salvo.45​ El teniente coronel Primo de Rivera recibió a título individual la Cruz Laureada de San Fernando, la máxima condecoración militar española, y en 2012 el Consejo de Ministros concedió la Laureada Colectiva al Regimiento,6​ siendo entregada por Juan Carlos I de España el 1 de octubre de 2012.7
Finalmente, tras seis días de agotadora marcha, alcanzaron el campamento de Monte Arruit, una posición más difícil de defender pero más fácil de socorrer que Dar-Drius. Aquí, los 3017 hombres de Navarro intentarían recomponerse, pero pronto Monte Arruit fue también cercado, y cortados sus suministros. El 2 de agosto cayó Nador, siendo su guarnición la única que, tras rendirse, fue respetada por los rifeños. Con la caída de esta plaza quedó sentenciado el destino tanto de Monte Arruit como de Zeluán, asediada desde el 24 de julio. Ésta se rindió el 3 de agosto, siendo los supervivientes asesinados, y los oficiales, el capitán Carrasco y el teniente Fernández, quemados vivos.8
Navarro desistió de intentar una huida desesperada hacia Melilla, negándose a abandonar a sus heridos. Al agotamiento físico había que sumar la desmoralización de la tropa, en algunos momentos al borde de la insurrección, y la carencia de agua (sólo tenían los bloques de hielo que dos aviones dejaban caer sobre la posición). El 31 de julio una granada destrozó el brazo de Fernando Primo de Rivera, que fue operado sin anestesia, y murió el 5 de agosto por causa de la gangrena. Vistas las condiciones, el general Berenguer, Alto Comisario de España en el protectorado, autorizó la rendición formal el 9 de agosto, a pesar de que ese día llegó de la Península un refuerzo de 25 000 soldados. Se pactó con los rifeños la entrega de las armas a cambio de respetar la vida de los soldados. Una vez aceptadas las condiciones por los hombres de Abd el-Krim, los españoles salieron de la posición y amontonaron sus armas. Los heridos y enfermos comenzaron a alinearse en la puerta del fuerte, preparándose para la evacuación. Pero cuando se dio la orden de partir, los rifeños atacaron a los indefensos españoles, degollando a casi todos. Sobrevivieron 60 hombres de los 3000 que se refugiaron allí, y salvó la vida el general Navarro de casualidad. Los cadáveres fueron recogidos y enterrados en los cementerios de Monte Arruit, Zeluán y Melilla por el ejército español con la colaboración de los Hermanos de La Salle, quienes, además, instalaron en su colegio (situado en el Cerro de Santiago) un hospital que permitió a Cruz Roja curar y atender a los soldados heridos.9

Resultados[editar]

Cadáveres encontrados en Annual.
Pronto corrió la noticia de la victoria rifeña, y tanto las cabilas como parte de las fuerzas marroquíes al servicio de España se sumaron a la guerra santa proclamada por Abd el-Krim.nota 7​ Ninguna ayuda llegó desde Melilla, situada a unos 40 km, y así las pocas unidades que aún conservaban la disciplina se vieron obligadas a retirarse bajo el constante acoso enemigo hasta Melilla. Se produjo así una espantosa retirada en la que los rifeños asesinaron y torturaron a los heridos, enfermos y a la población civil dejada atrás.[cita requerida] Las guarniciones de las posiciones murieron tras duros combates. Lograron escapar vivos los defensores de Afrau, rescatados por la Armada y el destacamento de Metalsa, que logró llegar a las posiciones francesas de Hassi Ouzenga tras perder dos terceras partes de sus efectivos. En Dar Quebdana, el comandante pactó la rendición, pero en cuanto ésta tuvo lugar él y sus hombres fueron descuartizados.
Tan terrible derrota se saldó, según el expediente Picasso, con 13 363 muertos (10 973 españoles y 2390 indígenas). El número de bajas rifeñas es desconocido. No obstante, las cifras seguramente fueron inferiores, ya que los registros eran a menudo hinchados para cobrar más soldadas y recibir más suministros. El comandante Caballero Poveda (1984) calculó el total de bajas españolas en 7875 hombres. Indalecio Prieto calculó en 8668 los españoles muertos o desaparecidos en octubre de 1921. Por último, Juan Tomás Palma Romero (2001, p. 169-171) estimó en 8180 los muertos o desaparecidos. En todo caso, había tantos cadáveres que se decía que, del segundo día en adelante, los buitres sólo comían de comandante para arriba. A las pérdidas humanas se añadieron las de material militar (20 000 fusiles, 400 ametralladoras, 129 cañones, aparte de municiones y pertrechos) y la destrucción de las infraestructuras (líneas férreas y telegráficas, hospitales, escuelas, cultivos, etc.) construidas con el dinero y el esfuerzo español a lo largo de doce años.
Los restos mortales de los fallecidos se encuentran en el "Panteón de los Héroes" del Cementerio Municipal de la Purísima Concepción de Melilla (España).

Epílogo: Expediente Picasso[editar]

El desastre de Annual provocó una terrible crisis política. El gobierno de Allendesalazar se vio obligado a dimitir, y en agosto de 1921, el rey Alfonso XIII encarga a Antonio Mauraformar un gobierno de concertación nacional del que formaron parte todos los grupos políticos. Este gobierno estuvo dividido entre quienes deseaban una intervención más decidida en Marruecos y los partidarios del abandono. Llegó a decir Indalecio Prieto en las Cortes:
Estamos en el periodo más agudo de la decadencia española. La campaña de África es el fracaso total, absoluto, sin atenuantes, del ejército español.
El ministro de la Guerra ordenó al general Juan Picasso elaborar un informe conocido como Expediente Picasso, en el que, a pesar de diversas acciones obstructivas, se señalaban múltiples errores militares, calificando de negligente la actuación de los generales Berenguer (Alto Comisario) y Navarro (2º Jefe de la Comandancia General de Melilla) y de temeraria la del general Silvestre.
Se rumoreaba que el Rey había animado, con el telegrama: «Olé los hombres», la penetración irresponsable de Silvestre hasta puntos alejados de Melilla sin contar con una defensa adecuada en la retaguardia.
Pero la crisis política continuaba. El gobierno de Maura cayó en marzo de 1922 y tras él los gobiernos de Sánchez Guerra y García Prieto. Antes de que el informe Picasso se debatiera en el Pleno de las Cortes, el general Miguel Primo de Rivera dio un golpe de Estado el 13 de septiembre de 1923, decidido a poner fin a la deriva política.
Con respecto al Rif, Abd el-Krim extendió su dominio por todo el protectorado español, creando la República del Rif, que llegó en 1924 a la cumbre de su poder. Sin embargo, su éxito y sus ataques al Marruecos francés determinaron el giro de la política de Primo de Rivera, hasta entonces pasiva y de contención, frente al problema del Rif. España se entendió con Francia para hacer frente común a los rifeños y pasó a la ofensiva. Con el éxito rotundo del Desembarco de Alhucemas, en 1925, Primo de Rivera obtuvo una posición fuerte que le permitió pacificar la zona en menos de un año y restituir la autoridad española en el Protectorado.

El desastre de Annual en la literatura[editar]

Las primeras obras significativas sobre el desastre de Annual fueron publicadas al año escaso de la derrota. Las más destacadas fueron Las responsabilidades del desastre, Ecce Homo, Prueba documental y apuntes inéditos sobre las causas del derrumbamiento y consecuencias de él, de Víctor Ruiz Albéniz (1922) y Del desastre al fracaso. Un mando funesto, de Francisco Hernández Mir (1922), ambas publicadas en Madrid en 1922. Cabe destacar así mismo la obra del teniente coronel Eduardo Pérez Ortiz (2010) 18 Meses de Cautiverio. De Annual a Monte-Arruit. Crónica de un testigo en la que describe su experiencia durante el Desastre y el posterior cautiverio.
La dictadura de Primo de Rivera relegó los sucesos de Annual a un segundo plano. Aun así, la obra de Hernández de Herrera y García Figueras (1929) Acción de España en Marruecos explicaba el desastre de Annual con una solidez documental y una minuciosidad extraordinarias. Aún hoy día es considerado uno de los mejores y más detallados trabajos acerca de la acción española en el Protectorado marroquí.
El Desastre de Annual fue un tema de importancia para la narrativa. En 1928 se publicó la obra de José Díaz-Fernández (2007) El blocao, y poco antes de la caída de Alfonso XIII vio la luz la célebre novela Imán, de Ramón J. Sender (1930), quizá el relato más estremecedor y terrible de la tragedia del ejército español. En 1939 se publicó, en inglés, la famosa trilogía autobiográfica de Arturo Barea (2012)La forja de un rebelde, en cuyo segundo tomo se recogen las experiencias del autor, sargento de Ingenieros, durante su servicio militar en África entre 1920 y 1924.
Durante la dictadura franquista, las referencias históricas a la batalla fueron escasas y, en último término, justificadoras. Así ocurría en 1948 cuando Maura Gamazo y Fernández Almagro (1999) publicaron Por qué cayó Alfonso XIII. Evolución y disolución de los partidos históricos durante su reinado y la extraordinaria recopilación documental de Manuel Galbán Jiménez (1965) sobre las causas del desastre de Annual en España en África. La pacificación de Marruecos. Las escasas obras que hicieron frente a la interpretación oficial del régimen procedieron del exilio republicanoEspaña y Marruecos, de Indalecio Prieto (1956)La España de mi vida. Autobiografía, de Ángel Ossorio y Gallardo (1941), y La pequeña historia, de Alejandro Lerroux (1945), también Fernández de la Reguera y March (1969) le dedicaron un volumen en sus Episodios nacionales contemporáneos llamado El Desastre de Annual.