INCIDENTE PEÑA BORRASCA 1934.
INCIDENTE PEÑA BORRASCA 1934
En el periódico de Las Provincias del Domingo 4 de marzo de 1934, un lector y vecino de Paterna, denunciaba la situación vivida con los miembros de la Peña la Borrasca, esta peña formada por jóvenes de Paterna, era resaltada en la denuncia del lector.
En aquella época en Paterna lo mas común era que los jóvenes formaran entre el grupo de amigos Peñas, esta peña La Borrasca en cuestión estaba formada por jóvenes muy activos en la cultura musical y teatral de Paterna. Pasamos a desarrollar la noticia del periódico.
Domingo 4 de Marzo de 1934.
De Paterna
UN REMITIDO
Sr. Director de LAS
PROVINCIAS.
Componentes de la Peña Borrasca, año 1932, celebrando el carnaval. |
Muy señor nuestro: le agradeceríamos
se dignara publicar las siguientes líneas, para que lleguen éstas a
conocimiento de las autoridades y se eviten las cosas que denunciamos.
Anticipándole por ello las más
expresivas gracias, quedan de usted atentos ss.ss.q.e.s.m., - unos vecinos.
“es intolerable e impropio de
un pueblo civilizado lo que desde algún tiempo a esta parte viene ocurriendo en
esta hermosa Villa de Paterna, por falta de celo en las autoridades, que no lo
toman con el interés debido, para evitar las muchas salvajadas que realizan
unos cuantos desaprensivos vecinos.
Existe en esta Villa una cuadrilla
(que no otra cosa puede llamarse), que se han puesto el título de peña
Borrasca, y sin duda para hacer honor al título se reúnen muy a menudo para
hacer sus exageradas libaciones y de este modo ponerse a tono y realizar
cuantos atropellos se les ocurren y ofender a personas honradísimas que no se
meten con ellos. Daremos cuenta solamente del ocurrido el domingo último, sobre
la una de la madrugada.
Dicha noche, como otras muchas,
estuvieron cenando en una casa donde se reúnen y abusan del vino y del coñac, y
de ella salieron con la borrachera consiguiente dispuestos a armar escándalos,
como de ordinario cuando se ponen en estas condiciones.
Unos cuantos de dichos
individuos iban por una de las calles, y al pasar por casa de un honorable
empleado municipal, que no es del agrado de aquellos, se ensañaron con las
vidrieras de dicha casa, rompiendo los cristales y arrancando de cuajo una de
las puertas y pateándola en medio de la calle. Uno de los hijos de dicho
empleado, que iba a su casa, al ver tal desmán, les recrimino, y la
contestación fue la de empezar a empujones con el recriminante, diciéndole que hacían
lo que les venía en gana, porque ellos eran los más hombres del pueblo.
Como esto ocurrió cerca de un Casino, de donde salían del baile
algunos vecinos de ambos sexos, se apercibieron de lo que ocurría, y las
mujeres empezaron a gritar; otro hijo del empleado citado al darse cuenta de lo
que ocurría, fue al sitio del hecho, encontrándose con la agresión de que era
objeto su hermano, y como es natural, sin mirar el número de agresores, la emprendió
a mamporros con todos los expresados individuos, particularmente con el jefe
del del grupo, dándole a este tan fuerte golpe que lo derribo en tierra. Aunque
todos se abalanzaron sobre el citado joven, como acudieron muchos vecinos e
intervinieron, las cosas no pasaron a más. Ya que se logró que la contienda se
apaciguara, no sin que los autores de tal vandálico hecho dejaran de insultar a
cuantos allí había, incluso a dos vigilantes nocturnos que acudieron a última
hora, requeridos por unas mujeres, a pesar de que por estar distante pocos metros
el retén y haberlo oído, no habían acudido los agentes.
Sabemos que dichos vigilantes
no han dado cuenta a sus superiores, ni que estos, a pesar de tener
conocimiento de tales abusos, no hacen por evitarlos.”
Continuara…
Comentarios
Publicar un comentario