AÑO 1965, CORDÀ EN VALENCIA.
CORDÀ EN VALENCIA, 1965.
POR VICENTE CARDONA (MARZO 1965)
El hacer reseña de aquellos momentos de la historia reciente de nuestra Villa, en el año 1965, los paterneros fueron a a Valencia a enseñarles a todo el mundo, cual era nuestra mas insigne fiesta, La Cordà, quien mejor que D. Vicente Cardona, que lo escribió en aquel libro de fiestas del año 1965.
LA CORDA Y EL PASACALLE EN
VALENCIA 1965
A mediados de marzo de 1965
En el ambiente, algo esperado que
hace bullir la sangre a los valencianos. Las emisoras meten en casa una música
de fiesta grande, Y los periódicos han reestrenado unas secciones. Hermosa
muchachas asoman su clara sonrisa. Y mientras, la primavera espera a la vuelta
de cualquier promesa. En las calles, una actividad desusada. Se ven caras nuevas. Y muchas máquinas de
fotografiar. Ningún cohete ha estallado todavía. Ninguna traca. Las noches no
han sido sorprendidas en su sueño por las chispas de mil colores. No obstante, el
aire ya huele a pólvora.
-¿Y dices que habrá “cordá”?
-Seguro.
-¿Aquí? ¿En la capital? No puede
ser.
Una voz pregona en la calle.
“Ayer fue presentada la Fallera Mayor.”
Dos jovencitas, libros bajo el brazo,
alegran la calle.
-Fue un acto emocionante. Se
cantó nuestro himno.
-¿Tú también lloraste?
Los programas, en la calle
-¿Lo ves? ¿No te lo decía yo,
“cabut”? –y casi le mete por los ojos un programa de la Junta
Central Fallera-. Pasacalle,
“cordá” y además, por gente de Paterna.
Asombro, casi pánico.
-¿Y esa barbaridad. ? Ché, no,
eso no. ¿Se han vuelto locos los de la Junta?
En el aire, el humo de pólvora
pone ya invisibles gallardetes de fiesta. El sol, el sol de marzo valenciano,
está ahí. Como cada año. Es un gran personaje de las fiestas falleras.
-Algún día le impondrán el
“Bunyol d’or”.
La noticia en Paterna
-¿Una “cordá” en Valencia?
-Sí. Y un pasacalle de cohetes
-añade orgulloso-. Yo soy de los que irán. Me lo ha dicho
el alcalde.
Paterna, en fallas, es una villa
que vive las fiestas de San José. Miles de sus vecinos inundan esos días las
calles de la ciudad. Paterna es, como quien dice, un barrio, un gigantesco
barrio de Valencia.
Pero con características propias;
con propia personalidad.
La noticia se ha ido extendiendo.
Resulta que es cierto.
-Van a saber en Valencia lo que
es una “cordá”.
-Bueno, tanto como saber.
La tarea presenta sus
dificultades. Ha de ser nada menos que en la plaza del Caudillo. Aquí, en esta
entrañable villa nuestra, ninguno de ambos festejos de las grandes Fiestas de
Agosto presenta problema alguno. Pero en Valencia. El alcalde, don Gerardo
Salvador, no ignora la papeleta que se le encomienda. Hay problemas, sí. Pero
es que, además, se pone en juego el prestigio de las gentes de Paterna. Hay que
dar un alto ejemplo de civismo en dos actos peligrosísimos.
-Se puede hacer. Y bien. Pero
cada cual ha de pensar lo que representa.
-Conmigo puede contar.
Y con este otro. Y con aquel. Y
con todos.
Hacen falta cien “coeters” de
probada afición, con suficiente “técnica” Y, claro está, en primera línea de
ofrecimiento, de voluntad, de “espíritu Paterna”, los clavarios del Cristo de
la Fe y deSan Vicente Ferrer. Incondicionalmente. Con el apasionamiento que ponen
en las cosas de su patria chica.
-Podemos ser el triunfo o el
fracaso. De vosotros depende.
La noche del 14 marzo Paterna se ha volcado en la plaza
del Caudillo. Y también otros pueblos. Y miles de valencianos. Y otros
españoles. Y extranjeros. Una caravana de coches, al filo de la medianoche, se
dirige a Valencia. Transportan una hermosa ofrenda de Paterna a su capital. El
alcalde marcha al frente. Una escolta de motoristas municipales les recibe a la
entrada de la ciudad. Y así llegan hasta el Ayuntamiento.
-¡Paso “als coeters” de Paterna!
Es tarde. Muy tarde ya. La
expectación ha ido subiendo de tono. Los espectadores se impacientan. Siempre
hay alguien que piensa por cuenta propia.
-“Y aixó no podía ser més
pronte?”
Alguien, tal vez un clavario,
constesta.
-¿Y nos lo pregunta a nosotros?
De pronto las luces se apagan.
Se oye una cometa muy familiar.
Muy familiar para nosotros. Y una voz.
-“Per ordre del alcalde de
Paterna. Va a empezar el pasacalle. Y la “cordá” Con el mismo rito que en la villa. Con el mismo bando.
-¿Comenzamos ya?
-“Tin pasensia.”
En los balcones del Ayuntamiento,
las autoridades, los invitados. Allí están el Gobernador Civil y Jefe
Provincial del Movimiento, don Antonio Rueda Sánchez-Malo. Y el alcalde, don
Adolfo Rincón de Arellano. Y don Juan Martí Belda, presidente de 1a Junta
Central Fallera. Y la radiante belleza de la Fallera Mayor, señorita María-José
Carmena, con su Corte de Honor. Y multitud de personalidades de Madrid y de
otros puntos.
Un rumor de expectación recorre
la plaza sin cesar. La noche se estremece. Destellos de luz, como una
explosión de alegría, se elevan hasta las estrellas. Cien cohetes largos lanzan
al espacio su fuego en mensaje multicolor. En dos hileras, avanzando como
triunfadores, aquellos hombres que brindan a su tierra la admiración de las
gentes, recorren el recinto de la plaza. Casi dos mil cohetes de lujo de cinco
cambios y diez 7 salidas han ido asombrando a un público entendido. Termina el
pasacalle.
Pero queda la “cordá” En el
interior de un recinto acotado con tela metálica de dos metros y medio de
altura, comienza un fuego impresionante. Los cohetes, ruidosos, sueltos, por
miles, cabrillean fugazmente, despiden su fuego de líneas geométricas. Docenas
de cajones estallan y arden. En once minutos trece mil cohetes enloquecen al gentío, que no da crédito a lo que ve.
Los aplausos atruenan la plaza.
El entusiasmo del público es inenarrable y las autoridades manifiestan su
satisfacción. Poco después, Paterna, a través de su alcalde, es felicitada por
el presidente de la Junta Central Fallera, en presencia de la Fallera Mayor, su
Corte de Honor y numerosas personalidades. El “Bunyol” de plata ya cuenta entre
sus galardones.
Epílogo:
Allí, en aquel improvisado
escenario de la plaza, se hacen muchos propósitos.
-Hemos de ver la “cordá” en su
propia salsa,
En Paterna, cuando lleguen sus
fiestas.
-Y hará usted bien, porque sabrá
de veras lo que es una “cordá”
-¿Es que. Esto no ha sido
realmente una “cordá”?
-Mire, señor, en la que hemos
visto los cohetes estaban. ¿Cómo lo diría? Sí. Los cohetes
Estaban afeitados.
-¿Entonces cree usted?.
-Vengan a Paterna el último
domingo de Agosto. Vengan. Los clavarios del Cristo y de San Vicente Ferrer se
encargarán de lo demás.
Muy altas, las estrellas
parpadean, todavía, sorprendidas.
VICENTE CARDONA
Premio valenciano de teatro
ACLARACIÓN
Hemos de pedir perdón a Vicente
Cardona por haber puesto bajo su nombre el merecido título de PREMIO VALENCIA
DE TEATRO que le ha sido concedido por la Excma. Diputación Provincial. No
obstante queremos hacer constar a pesar de su manifiesta oposición que no
podíamos dejar pasar por alto semejante galardón concedido a un "hijo de
Paterna” solamente a título de esto, como Vicente manifestó a la prensa, nos
hemos atrevido a insertarlo.
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